¡Hola!, soy

Katherine Rosario

Creo firmemente en el poder que tienen los espacios en la vida de las personas.

Amo los interiores relajados, frescos y funcionales que simplifiquen nuestros días.

Pero, no siempre fue así. Deja que te cuente cómo empezó todo. 

Crecí entre cortinas pesadas, muebles Luis XV y tapices brocados. Mi casa era como un mini Palacio de Versalles. ¡Sentía que el espacio me cargaba! Y ni hablar el momento de hacer la limpieza. Desde entonces, empecé a cuestionarme si era posible vivir en entornos menos complicados. Pasaba horas muertas hojeando revistas, analizando cómo vivían otras personas.

Considero que no hay nada mejor que un hogar editado, compuesto por objetos que realmente amas.

Después de terminar la carrera de Arquitectura y trabajar algunos años, me fui a España a realizar un máster en Diseño interior. Los años allí fueron mi verdadera escuela. Aprendí a tomar el control de los objetos a mi alrededor.

El armario que compartía con mi esposo era la mitad del armario de soltera. Así que trasladé muchas de mis pertenencias a otra habitación. Al cabo del tiempo, me di cuenta de que sólo usaba el 20% de mi ropa y me reté a donarlas. Luego trasladé el concepto a todas las áreas de mi vida.

Descubrí cómo reduciendo los objetos que no usaba, me sentía más ligera y plena. Ganaba más espacio para concentrarme en lo esencial: las experiencias y relaciones. Recuerdo que mis amigas me decían que me había vuelto loca. Sin embargo, meses después ya estaban pidiéndome consejos de cómo simplificar y organizar el hogar.

Hoy investigo, creo y comparto herramientas para crear un hogar práctico y feliz.

Siento que no hay peor sentimiento que buscar algo entre un montón de cosas. Es abrumador saber que tienes algo y no saber dónde está. Por eso, durante los últimos años, me he propuesto ayudar e inspirar a otros a vivir en hogares más prácticos y funcionales. William Morris lo decía así: “No tengas nada en tu casa que no sepas que sea útil o que creas que es hermoso".